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Migdalia Rivera's picture

El año pasado me invitaron a hablar en un evento de Bienestar en el Bronx. ¡Estaba súper emocionada! Conocía el área bien. De hecho, pasé gran parte de mis años formativos en las inmediaciones y tenía muchos buenos recuerdos de mi niñez en los alrededores.

Lo único que no me gustó fue la información que formó parte de la presentación.

La presentación incluyó muchas referencias de caminar, jugar y pasar tiempo al aire libre, comprar alimentos saludables y/o cultivar hortalizas. Sabios consejos. Si hubiéramos estado en Manhattan, a menos de 6 millas de distancia, estas sugerencias hubieran sido fáciles de implementar. Sin embargo, no tomaron en cuenta el vecindario en donde estábamos—un vecindario predominantemente latino y afroamericano con más restaurantes de comida rápida que supermercados y anuncios de bebidas alcohólicas /comida chatarra en casi todas las esquina.

Es aquí donde radica el problema.

Una familia que vive en un área plagada de crímenes no puede decirle a su hijo que salga a jugar al aire libre por razones de seguridad. Una persona que vive en un desierto alimenticio no tiene acceso a alimentos saludables a precios razonables y depende de las bodegas/tiendas y restaurantes de comida rápida cercanos para adquirir sus alimentos. Aunque plantar un jardín es una idea fantástica, los residentes de este vecindario no tienen patios en donde puedan plantarlos. En resumidas cuentas, para poder ayudar a cualquier comunidad, hay que tomar en cuenta los recursos que existen y los que no existen en el área.

Dónde vivimos cuenta. Estas sugerencias saludables son para todos.

¿Me hizo falta mencionar algo? ¿Tiene alguna sugerencia? ¡Compártala en un comentario!

 


 

Jardines de enseñanza

Trabaje con la escuela de su hijo para crear un jardín de enseñanza. El jardín resaltaría la importancia de alimentarse saludablemente mientras enseña a los niños usando alimentos reales. También les da la oportunidad de estar al aire libre y realizar actividades físicas en un entorno seguro.

Antes de sugerir el jardín de enseñanza a la escuela tiene que prepararse bien. Recuerde las tres “P”: Planificar, Preparar y Presentar. Primero, visite el recurso para Jardines de Enseñanza de la Asociación Americana del Corazón. No olvide mencionar que la Asociación Americana del Corazón cuenta con materiales informativos acerca de cómo plantar, lechos de hortalizas, suelo orgánico, semilleros y plantas, demostraciones de cocina y muchas actividades divertidas.

Recurso adicional:

Subvenciones para jardines de Annie's

 

Creación de zonas libres de comida chatarra

Los niños son bombardeados con anuncios de alimentos nada saludables en la escuela, a través de la TV y sus celulares y durante eventos comunitarios y deportivos. Los niños que viven en comunidades de color ven más del doble de anuncios de comida chatarra al día que los que viven en otras áreas. [Link to blog post] Ayude a la escuela y a su comunidad a adoptar políticas que prohíban los anuncios de comidas chatarra dirigidos a los niños. Solicite que los canales infantiles de TV adopten mejores prácticas en lo que respecta a los alimentos que promueven.

Oprima aquí para solicitar que Nickelodeon apoye los requisitos nutricionales de los anuncios para niños.
 

Camaradería y diversión

¡La iglesia es un lugar maravilloso para realizar actividades físicas! La camaradería no solo ayuda a reducir el estrés, también permite que los asistentes compitan entre ellos y se inspiren mutuamente para permanecer activos. ¿Cómo? ¡Añadiendo una divertida dosis de rivalidad a sus reuniones después de los servicios religiosos! Escuchó bien. Rivalidad. En mi iglesia llevamos la cuenta de la cantidad de pasos que damos. Me ha inspirado a caminar, incluso en mi apartamento. Tengo que admitir que mi hijo pensó que me había vuelto loca cuando me vio levantándome de un salto y caminando estacionariamente cada vez que había un comercial en la TV. Estoy segura de que para él parecía un muñeco “bobblehead”, ¡pero hacerlo me ayudó a ocupar el tercer lugar esta semana! Ahora estoy determinada a destronar al primer lugar (¡sí, me refiero a tí Ingrid!). 

 

Compartir vehículos para ir de compras

Cuando era niña, mi mamá no manejaba y era extremadamente difícil para nosotros comprar alimentos fuera de nuestro vecindario. Por suerte se hizo amiga de unas cuantas mamás del área que si manejaban. Una vez al mes, alquilaban una furgoneta e iban a la tienda mayorista más cercana. Posteriormente, se dividían las compras. También intercambiaban recetas y creaban días especiales para ciertas comidas—así fue como mi mamá aprendió a preparar pastel de carne (meatloaf) y arepitas de yuca. ¡Yum!

 

Intercambiar cupones

Aprendí a intercambiar cupones gracias a una de mis cuponistas favoritas. Myrah de Coupon Mamacita quien explica cómo mujeres (¡y hombres!) se reúnen para intercambiar cupones. Similar al intercambio de ropa, cada persona trae sus cupones para intercambiar durante el evento. Los cupones se organizan en categorías—lácteos, aseo personal, etc. —antes de dar inicio al intercambio. Los asistentes también comparten información de ventas especiales, comparten recetas y con frecuencia programan viajes de compras juntos—usualmente fuera de su propio vecindario.

Los intercambios de cupones se pueden llevar a cabo en una casa, escuela, centro comunitario y/o escuela.

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Las opiniones expresadas en estos blogs no son necesariamente representativas de las posturas en las políticas de MamásConPoder ni en campañas activas.