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Hoy, la conversación en torno a asegurar el bienestar y la seguridad de nuestros niños durante estos tiempos extraordinarios es tan importante ahora mas que nunca

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Cada mamá recuerda el día que sostuvo a su(s) pequeño/a(s) por primera vez, un momento lleno de alegría y cierta ansiedad por lo que el futuro pueda traer. Me convertí en madre (y en padre) de una hermosa niña, Rosita, en septiembre de 2009.

Al igual que muchas otras mamás, antes de darme cuenta, ya estaba de vuelta en el trabajo en noviembre de ese año con el Fondo Educativo NALEO. Y mientras que aún estaba lidiando con la falta de sueño en casa, en el trabajo me estaba preparando para realizar un gran esfuerzo para promover un conteo completo de la población latina en el Censo 2010. Navegar estos esfuerzos en mi vida profesional mientras me encontraba en medio de ser una nueva mamá fue un trabajo duro. Y ya que nuestra organización no siempre tenía el tiempo, el personal o los recursos necesarios para asegurarse de que cada persona en nuestra comunidad fuera contada, al igual que una nueva mamá, innovamos y nos adaptamos conforme avanzábamos hacia nuestras metas.

Durante este tiempo, rápidamente comencé a reconocer que mi papel como mamá no era solamente mantener a Rosita alimentada y vestida, sino también proteger su futuro. Y aunque no podía necesariamente predecir o controlar a qué hora se despertaría en la noche o si se enfermaría, sí podía mejorar su futuro y la democracia en la que ella algún día participará, asegurándome de que fuera contada en el Censo 2010.

A pesar de que Rosita tenía apenas unos cuantos meses de nacida, estaba aquí y tuve la oportunidad de alzar su voz al asegurarme de que fuera incluida en el formulario del censo de mi hogar. Ser contada en el censo decenal fue una manera de asegurar que mi hija y el resto de nuestra comunidad fueran visibles y recibieran una representación justa en el Congreso y la aplicación apropiada de las políticas de derechos civiles clave que afectan a las comunidades no representadas. También significa colocar una parte justa de los fondos para los sistemas del cuidado de salud, escuelas y otros programas esenciales que nuestros niños necesitan para vivir una vida sana.

Como padres, estos programas son esenciales para el futuro de nuestros niños. Programas vitales como Head Start; el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por sus siglas en inglés); programas de Child Care; y otros programas que distribuyen $20 mil millones de dólares anuales a los estados y localidades, basándose en parte, en el conteo de la población de menos de cinco años de edad en el censo.

Hoy, la conversación en torno a asegurar el bienestar y la seguridad de nuestros niños durante estos tiempos extraordinarios es tan importante ahora mas que nunca ya que el Día de las Madres se celebra justo en la cúspide del Censo 2020 y en el contexto de la crisis de salud pública del coronavirus (COVID-19). Debido a que estas circunstancias empeoran los riesgos existentes de un subconteo masivo de los niños, especialmente de los niños latinos y de otros niños de color, la necesidad de asegurar un conteo completo y preciso, nunca ha sido tan primordial como lo es hoy en día. Mientras que los distritos escolares adoptan nuevos escenarios de aprendizaje virtual y trabajan para asegurarse de que los estudiantes continúen teniendo acceso a programas de comida, se nos recuerda aún más el impacto que tienen los datos del censo en programas vitales que existen para ayudar a proteger el futuro de nuestros niños.

Los latinos son el segundo grupo de población más grande en el país y entre los de más rápido crecimiento. A pesar de esta realidad, los niños latinos se encuentran entre los segmentos sub contados de la población de nuestro país. En el Censo 2010, más de un millón de niños de menos de cinco años de edad no fueron contados, 400,000 de ellos eran niños latinos. Mis colegas y yo en el Fondo Educativo NALEO trabajamos duro para crear alianzas estratégicas, desarrollar materiales informativos y generar oportunidad de cobertura en los medios de comunicación que nos ayudara a abordar el subconteo. A pesar de nuestros esfuerzos, una década más tarde, los latinos y los grupos minoritarios continúan siendo de las poblaciones más difíciles de contar en nuestro país.

Hoy en día, el censo enfrenta aún más desafíos que en el 2010. Intentar llevar a cabo un conteo completo durante una pandemia global junto con los cambios operativos que consideran la seguridad del personal de la Oficina del Censo y del público en general, es esfuerzo sin precedentes para la Oficina del Censo. Además, la falta de fondos adecuados para la Oficina del Censo, la confusión persistente en torno a la fallida pregunta sobre la ciudadanía y el sentimiento antiinmigrante y anti latino, todos acompañados por un profundo sentimiento de desconfianza y miedo al gobierno, han puesto al próximo conteo decenal en riesgo de fracaso. 

Estos problemas solamente empeoran la confusión que ya existe en torno a cómo, cuándo y en dónde llenar el formulario del censo y a quién contar. Esto podría resultar en no solo menos fondos federales para programas educativos, de atención médica y de infraestructura de transporte, sino también podría resultar en una representación política injusta durante los siguientes diez años. 

El Censo 2020 será el primero en la historia de Estados Unidos en donde los latinos son el segundo grupo de población más grande. Un subconteo de la población latina significaría en última instancia un censo fallido para todo el país.

Este tema es extremadamente personal para mí. Es por eso que el Fondo Educativo NALEO me invitó a unirme nuevamente al equipo y trabajar para lograr un conteo completo de nuestra comunidad en el próximo censo decenal, yo acepté el reto sin dudar. Este trabajo afectará no solamente a mi hija y a mi comunidad, sino a todo el país.

Me advirtieron que esta vez iba a ser más difícil que cualquiera de los esfuerzos anteriores, y eso fue antes de que empezara la crisis del COVID-19. Y aunque los retos durante este censo son mayores, el Fondo Educativo NALEO y nuestra comunidad, continúan resilientes a medida que avanzamos en nuestros esfuerzos.

A medida que las familias practican las medidas de “en casa más seguros”, educan a sus niños en salones de clase virtuales y se abstienen de la mayoría de sus actividades normales previas a esta crisis de salud pública, a todos se nos ha recordado la importancia de la seguridad y el futuro de nuestros hijos. Esto significa asegurar un conteo completo y preciso de todos en el Censo 2020. Y, aunque la investigación ha dejado en claro que necesitamos más estrategias creativas para llegar y alentar a las familias latinas para que incluyan a sus niños pequeños en el censo, nos corresponde a todos nosotros hacer nuestra parte en asegurar que todos sean contados.

Trabajar por un censo preciso no es solamente una lucha por nuestros derechos civiles o un deber bajo la constitución; es una lucha por todas las madres que están comprometidas para asegurar que sus hijos cuenten con las herramientas y los recursos que necesitan para ser exitosos.

Lo que está en juego es demasiado para que nos permitamos un censo fallido. Es por eso que yo, junto con mis colegas a través de todo el país, continuamos trabajando para asegurar el conteo completo y preciso de todos los latinos y de todos los residentes en los estados unidos, asegurándonos de que la generación de mi hija no perderá diez años de recursos asignados de manera justa.

Un censo preciso no es un asunto partidista; es un asunto importante para todos, ordenado por la Constitución de los Estados Unidos. Espero se unan a mí en asegurarse de que su familia sea contada en su totalidad para que juntos, podamos asegurar un mejor futuro para Rosita y todos los niños. Llenar el censo toma menos de diez minutos, y lo puede hacer en línea, por teléfono o por correo.

¡Hágase Contar!

Por Lizette Escobedo

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Lizette Escobedo es la Directora del Programa Nacional del Censo para el Fondo Educativo NALEO. La campaña de ¡Hágase Contar! para el Censo 2020 es un esfuerzo nacional desarrollado y liderado por el Fondo Educativo NALEO.  La campaña ¡Hazme Contar!  es una subcampaña enfocada en lograr un conteo pleno de los niños latinos menores de cinco años. Ambas campañas se enfocarán en regiones con comunidades latinas significativamente Difíciles de Contar (HTC, por sus siglas en inglés) y con un subconteo notable de niños latinos.


Las opiniones expresadas en estos blogs no son necesariamente representativas de las posturas en las políticas de MamásConPoder ni en campañas activas.